Fernando Botero y su legado: el Museo de Arte Moderno de Bogotá celebra y honra su trayectoria artística
Fernando Botero, nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia, trascendió fronteras con su estilo único. Hoy, 15 de septiembre de 2023, el Museo de Arte Moderno de Bogotá – MAMBO lamenta profundamente su partida y rinde homenaje a su memoria.
Un icono del arte colombiano y latinoamericano
Al momento de pensar en el arte en Colombia, el nombre de Fernando Botero surge como uno de los referentes más relevantes e identificables. Su obra amplió el marco de las formas físicas y teóricas, poniendo al arte colombiano en la escena internacional, y creando una importante plataforma para las temáticas y maneras propias de representar que surgen en el país.
Reconocido a nivel mundial como uno de los grandes exponentes del arte moderno en Colombia, el legado de Fernando Botero es sin duda uno de los más brillantes e importantes en la historia del arte colombiano y latinoamericano. Sus aportes han sido parte fundamental no sólo en la escena del arte y el ámbito cultural, sino también en la historia sociopolítica del país, convirtiéndose en una figura que deja huella en la conformación de identidad de Colombia.
Como pintor, dibujante y escultor se caracterizó por configurar un estilo basado en la exploración y reflexión acerca de las formas, el volumen, la pintura como medio y el color. Las temáticas de sus obras se encontraban en un punto medio entre la tradición europea y la realidad latinoamericana, dando cuenta de su formación y de su particular interés por la sociedad que lo rodeaba.
El “Boterismo”
En la aparente simplicidad de sus personajes, Botero nos invita a reflexionar sobre la complejidad de la vida y las dinámicas sociales que la moldean. Según Eugenio Viola, curador jefe del MAMBO, “Fernando Botero fue uno de los íconos del arte del siglo XX. El «Boterismo» es un estilo único e inmediatamente reconocible: un himno visionario a la existencia. Sin embargo, lo perturbante de su obra está en la contradicción entre una forma aparentemente tranquila y una ironía sutil que a menudo da paso a una crítica abierta social. Un referente imprescindible para generaciones de artistas ligados a los oficios de la pintura.”
La existencia misma de su estilo le permite a los artistas de las generaciones presentes y futuras experimentar los límites de la forma, comprender las relaciones que existen entre el arte y la sociedad, ampliar el espectro cromático y crear vínculos entre la realidad aprehensible y la realidad representada. Comprendiendo que el papel del artista implica ser capaz de ver y presentar a los espectadores las conexiones mentales y visuales que se crean cuando se reconoce el poder de la plástica.
En el corazón del MAMBO
La colección permanente del MAMBO cuenta con piezas fundamentales del maestro Botero, y ha albergado a lo largo de su historia varias exhibiciones que contaron con la participación del artista.
Una de las obras que pertenecen a la colección del MAMBO es Nuestra Señora de Fátima (1963), una reinterpretación de una de las iconografías más reconocidas en el contexto de la religión cristiana, en la que se ve representada la Virgen de Fátima coronada, cargando al niño en brazos y ubicada en la copa de un frondoso árbol acompañada de pájaros y frutos.
Nuestra Señora de Fátima es una de las primeras obras en las que Botero se aleja de la abstracción y comienza a acercarse de nuevo al tratamiento de la figuración, ahora caracterizada por enfrentarse al canon representativo de belleza, por lo que implica un nuevo punto de partida para el estilo del artista, y el reconocimiento que éste ganaría.
Como es propio en estilo de Botero, la monumentalidad de las formas se compone a partir del volumen, y se ve acompañado por una paleta de color con un alto valor cromático y pictórico que llama la atención sobre los detalles del vestuario y el cabello de la Virgen, al igual que de el árbol en el que esta se encuentra. En esta obra es posible reconocer los esfuerzos del artista por crear obras distintivas que cuenten con valores firmes y definidos que se inscriban en el mundo de los íconos reconocibles, ahora volumétricos y tratados en los límites de la mimesis.
La partida de Fernando Botero deja un vacío en el mundo del arte, pero su espíritu creativo y su influencia perdurarán. En el MAMBO, nos comprometemos a celebrar su legado y a seguir siendo un faro de inspiración para las generaciones futuras.
Créditos imágenes: Fotografías por Hernán Díaz. Colección permanente – Museo de Arte Moderno. Fondo fotográfico Hernán Díaz – Biblioteca Luis Angel Arango.
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