— 03.11.2019
X Premio Luis Caballero
Nació en Londres. Vive y trabaja en Bogotá. Estudió Psicología y paralelamente se formó como artista en diferentes talleres y centros académicos. Tiene una maestría en Teoría e Historia del Arte de la Universidad Nacional de Colombia.
Su trabajo muestra un énfasis en el proceso y se desarrolla en torno a la relación de cultura-naturaleza y vulnerabilidad de los monumentos. Cada proyecto sigue su trayectoria visual única. Las intervenciones efímeras e instalaciones escultóricas en sitios inaccesibles son
documentadas fotográficamente o en video. Estas intervenciones pueden ser muy sutiles, casi imperceptibles, como colocar un panel de vidrio para enmarcar determinada situación y hacerla visible para el espectador. Otras veces, mucho más evidentes, o son el resultado de una acción repetitiva, que implica un intenso trabajo psíquico que adquiere un carácter irreal o absurdo. Los orígenes de los materiales empleados, así como la forma específica de obtenerlos, son de gran importancia en cada proyecto, ya que constituyen el puente con los aspectos conceptuales del trabajo.
El proyecto titulado ¨En el fértil suelo‐ la travesía¨ es la continuación de un gesto que inició en 2017. Había encontrado en La Ilíada un párrafo que describe un episodio clave: el momento en que los líderes de los ejércitos toman a decisión de detener esa cruenta guerra.
Aqueos y Troyanos después de 10 años de lucha se desarman entonces en el campo de batalla. La estrofa con esta descripción se situó en la fachada de la Biblioteca LAA en los momentos posteriores al Plebiscito. Describe la situación en que
dos enemigos históricos están frente a frente sin armas, igualmente expuestos y vulnerables. Era compatible totalmente con nuestro ambiente de tensa calma que subsiste hoy, cada vez más tenso.
Detuvieron los corceles, bajaron de los carros y dejando las armaduras en el fértil suelo se pusieron muy cerca los unos de los otros
(Ilíada canto III)
Durante las pesquisas para este proyecto encontré una imagen que llamó mi atención: es la imagen antigua, aparece por primera vez en el siglo V A.C. En vez de contarles cual es, quiero que la vean ustedes en la exposición. Nos presenta dos seres que, a pesar de grandes impedimentos, han sabido encontrarse para poder avanzar. De otro modo, ambos estarían confinados, inmóviles en su dificultad. Esta figura que viene desde muy lejos, cambia según la época, es interpretada de distintos modos según el contexto. Yo los percibo hoy como antiguos adversarios que vuelven de la guerra.
Y volviendo de la guerra actualmente están miles de excombatientes. Atravesando un territorio inmenso, casi un continente. Dejando atrás no solo armas, compañeros, espacios, sino hábitos, habilidades, palabras. Se sabe que, muchas veces esta es una travesía en soledad y casi siempre, hacia la incertidumbre. Se pierden los lazos afectivos con la colectividad que durante mucho tiempo reemplazo la familia. Pero, no son solo ellos los que están haciendo esta travesía, desde donde estamos, todos tenemos que volver de la guerra con ellos para no terminar como sociedad confinados a nuestras limitaciones.
Este proyecto no es documental, las imágenes responden más a un sentimiento y a un anhelo.